Corría el mes de Septiembre del año 1821. Los habitantes de la provincia española de Nicaragua, al igual que aquellos de las otras de la región, consideraron que ya era tiempo de una Independencia radical. Las cruentas guerras independentistas en otras regiones del continente y otros factores los llevaron a alcanzar ese sueño: su nacimiento como una nueva y pequeña nación, libre y soberana.